Los pasados días 18 y 19 de abril se celebraba en la ciudad de Roma el evento “Made in MED”. INTERREG MED es un programa europeo de cooperación en el que participan socios de 13 países de la cuenca norte del Mediterráneo.
El Ayuntamiento de Altea, presente en el evento, forma parte como municipio piloto de uno de los proyectos integrados en el programa MED. Ese proyecto, denominado “LOCAL Policies for GREEN Energy” (LOCAL4GREEN) cuenta con un presupuesto de 2,01 m € y está financiado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y el Instrumento de Ayuda de Preadhesión (IAP) en el marco del Programa Interreg Med 2014-2020.
El proyecto tiene como objetivo definir, implementar y evaluar políticas fiscales locales dirigidas a incentivar el uso de fuentes de energía renovables tanto en el sector público como privado en 60 municipios piloto de la cuenca mediterránea. Liderados por la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, el consorcio cuenta con socios de nueve países, entre los que se encuentra la Fundación MUSOL (Municipalistas para la Solidaridad y el Fortalecimiento Institucional) que ejerce su papel de asesor técnico en el marco del proyecto.
En definitiva, lo que se pretende es, una vez recogidos los resultados de estas prácticas en los municipios piloto, seleccionar las más eficaces, sistematizarlas y transferirlas a otras regiones del ámbito mediterráneo.
Para el concejal responsable de la Oficina de Proyectos Europeos, Pere Lloret, “el encuentro de Roma sirvió para tener una visión más completa de los proyectos que se mueven bajo el paraguas del programa MED y para empezar a manejar los nuevos conceptos con los que se están abordando los retos medioambientales.
Pero también sirvió para tomar consciencia de los pulsos geopolíticos que se plantean dentro de la UE para la captación de recursos y del peso más bien marginal que tenemos los países mediterráneos en las decisiones que afectan a ese reparto. Lo que queda claro es que el camino para adquirir más relevancia pasa por entender que hay una realidad geográfica que determina nuestros intereses con más fuerza que las viejas fronteras de los estados: el Mediterráneo. En Roma se hablaba explícitamente de una “identidad mediterránea”. Del fortalecimiento de esa identidad depende gran parte de nuestro futuro económico y medioambiental. Pero también hay que bajar al suelo para no perdernos en las nubes: esa fuerza, esa credibilidad, esa solvencia pasa por que los proyectos MED tengan el impacto real necesario que justifique su dotación económica.”
